Ruta de senderismo de gran belleza y especialmente pensada para estas épocas de calor, en la que caminamos junto a las aguas del río Cambrones, con sus saltos de agua y sus majestuosas calderas, entre las que se encuentra la Caldera del Guindo, una de las más grandes y bellas.
Desde la Granja de San Ildefonso, famosa por su bello Palacio, sus Jardines Reales y la Real Fábrica de Cristales, cogimos el Paseo del Pocillo entre robles y fresnos con el característico follaje del principio del otoño.
Mientras cruzamos el Puente de la Princesa, vestigio del regio pasado de esta localidad, pudimos apreciar las bellas aguas del Cambrones.
Continuamos hacia la cacera o acequia madre, de gran importancia en la zona, y salimos a una vereda rodeada de Cambroños (bello arbusto de hojas pecioladas que da su característico nombre a este río), fresnos, robles, jaras y escaramujos.
Las frescas aguas del río Cambrones, con sus saltos de agua, nos acompañaron en gran parte del recorrido.
Seguimos un camino perlado por las famosas Calderas del río Cambrones, claros ejemplos de marmitas de gigante, formados por la erosión de grava o pequeñas piedras en constante movimiento circular por la fuerza de estas caudalosas aguas.
Realizamos una pequeña parada para reponer fuerzas en una de las más bellas de la zona y también la más conocida, la Caldera del Guindo, la más extensa y hermosa de todas ellas, poza principal del río Cambrones que cuenta con una pequeña cascada.
Una ruta agradable en la que disfrutamos de un camino poco conocido y de gran belleza junto a las aguas del río Cambrones y sus bellas calderas.
Información técnica:
Distancia a recorrer: 10 km.
Duración de la ruta: 4 horas.
Desnivel: 250 metros.
Tipo: Circular.
Punto de encuentro: para esta ruta de senderismo quedamos en el Bar La Media Luna, situado en la calle Infantes nº 9 de La Granja de San Ildefonso. Cómo llegar en coche (Enlace a Google Maps)
En julio de 2014 también realizamos esta ruta pero por diferente camino y con más calor. Una ruta de senderismo de trazado tendido, que no supuso excesivos esfuerzos, camino poco conocido e indicado especialmente para aquellos que están empezando.
Nos movimos entre los fuertes robles y los majestuosos fresnos de la zona, junto al río, hasta el nacimiento de la cacera o acequia Madre.
Seguimos hacia las Calderas del río Cambrones y llegamos a las últimas calderas, las del Guindo (la más grande y agradable), la de Enmedio y la Negra (la más profunda de todas y con las aguas más frías), junto a la cascada, donde encontramos restos de una olvidada e histórica calzada.
Una bella ruta de senderismo en una zona poco transitada y de gran belleza, por un camino siempre cercano al río, sus saltos de agua y, por supuesto, sus calderas, os podéis llevar el bañador (no es obligatorio), os garantizamos que el que se atreva a meterse en el agua creerá estar en alguna isla paradisíaca.