Sestil de Maillo

Información de la ruta

‘Sexta’, para los romanos, era la hora central del día, la de más calor, la de abrir sus puertas los baños públicos, la de mirarse el ‘umbilicus’. Hoy es difícil saber si esa hora cae a las doce, a la una o a las dos, pues vivimos desorientados como ratas de laboratorio, pero la vieja, dulce y soporífera ‘sexta’, la más indicada para el ‘dolce far niente’, sigue vigente en las españolísimas voces ‘siesta’ y ‘sestear’, que designan tanto la costumbre de dar una cabezada después de comer como la que tiene el ganado de recogerse en lugares fresquitos para más o menos lo mismo. De ahí viene ‘sestil’, que es el nombre que reciben tales lugares y el arroyo más sombrío de Madrid.

Junto a los árboles habituales de nuestra sierra – robles melojos, fresnos, sauces y pinos albares–, a la vera del Sestil crecen infinidad de abedules, tejos, acebos y serbales, especies típicas de latitudes mucho más norteñas que conforman un bosque singular – el llamado abedular de Canencia –, recuerdo de los días de frío pelón de la última glaciación. Y aunque no podemos asegurarlo, porque no hemos registrado esta selva palmo a palmo, tampoco nos extrañaría que hubiera algún maíllo o manzano silvestre –más propio también de Asturias que del céntrico Guadarrama–, descendiente del que hace siglos dio apellido a este arroyo del Sestil del Maíllo.

Ahora que sabemos su nombre completo, y para acabar con las presentaciones, sólo queda decir que el Sestil del Maíllo tiene su cuna en la umbría del cerro Perdiguera (1.866 metros), a medio camino entre los puertos de Canencia y la Morcuera, y que nada más nacer se precipita por la gran chorrera de Mojonavalle donde el arroyo del Sestil se escurre por un pétreo tobogán de más de 50 metros de altura.

Pero no estamos en Agustus, así que disfrutaremos del estupendo espectáculo que es esta cascada en su pleno apogeo, si tenemos suerte la visión mejorara notablemente si la encontramos congelada, algo nada extraño en esta época invernal.

Esta ruta tiene un desnivel de subida de 165 metros, nada apreciable hasta que tengamos que superar los 50 metros de la cascada, donde os pediré un pequeño esfuerzo para poder llegar a la pista que nos bajara de vuelta al coche, sin lugar a dudas es una de las excursiones mas bonitas de la zona, su riqueza ecológica lo corrobora.

Información técnica:
Ruta circular
Desnivel de subida.- 165 metros
Desnivel de bajada.- 165 metros
Distancia a recorrer.- 11 km.
Nivel de la ruta.- Bajo

Se suele quedar: en Miraflores de la Sierra, en la cafeteria de La Posada de Miraflores (Calle Calvo Sotelo, 6, Miraflores de la Sierra), que está encima de la sucursal de CAJAMADRID (tiene unas cadenas colgando). Enlace a google maps

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